sábado, 30 de abril de 2011

Tu petición.

Te escribí una carta donde puse mi corazón y mi alma. Te dije cuanto te quería y me hiciste demostrarlo.Te amé hasta morir y por tí acabe muerto. Muerto en vida sin ni siquiera poder contemplar tus ojos, sin poder escuchar tus palabras. Olvidado en un rincón de tu pasión, ocultó tras la maraña del pasado y soñando que algún día veas tu última petición. Me pediste un cielo para besarte, una nube para acariciarte y un sol para conquistarte, pero me pediste la perfección en todas ellas y en el engaño quise caer, pues la perfección no existe si no hay ojos que la quieran ver. No podré amarte como yo quisiera, ni quisiera que me amaras por que yo te quiera, por que nunca me querrás tanto como yo a ti. Me pediste la perfección hecha cielo,nube y sol y, aunque ya no quiero tu amor, te entrego tu petición para asi morir en paz.

lunes, 25 de abril de 2011

En el nombre de soledad.

Suave, leve, fugaz... como una pluma que en una corriente de aire gira y gira, se eleva y revuelve, se va y se aleja, perdiéndose en la distancia dejando su impronta grabado en la memoria, debió ser la ascensión de tu alma al cielo, porque no fue tan sencillo desprender tu cadáver del suelo, preso bajo toneladas de metal, neumáticos y asfalto.
Han pasado ya cinco meses y aqui estoy sentado. Petrificada mirada de cristal fija e inamovible en tu portarretratos y en tu imagen que yace dentro. Horas, días, meses sentado mientras el tiempo cae como un goteo monótono de momento tras momento.
Hoy llueve...lo ha percibido mi hasta ahora dormido sentido del oído, que ha reconocido el sonido de las gotas al chocar contra el cristal de la ventana. No solo llueve en la ciudad,en mis ojos sigue la tormenta, colmando de dolor los rincones de mi cabeza que me han llevado a estar ante esta hoja en blanco.
Escribo lo que siento y lloro. Consigo despegar mi mirada de tu foto y expreso lo que tú siempre has sabido, y sigo llorando. Sabías que no me gustaba que me vieses llorar y sé que, estés donde estés, me estas viendo llorar. Perdona por hablarte de esta manera, pero es de la manera que sé que me escucharás.Conoces mi pasión por escribir y que en noches de desvelo me roba el sueño y la calma, sacándome de la cama. Nuestra cama...
Esa cama a la que vuelvo cada noche, sobre la que anido mis miembros fatigados. Y es allí donde entiendo la distancia entre el hombre y el cielo..pues aún llevándote conmigo, me vuelvo e intento acariciarte, encontrando el vacío. Busco tu silueta, tu aroma flotando en la almohada...tu cabeza sobre mi pecho y tu respiración serena que mi bello erizaba...pero no hago más que soñar despierto, pues solo estoy rodeado de mi aflicción y de las sábanas.
En desesperación abandono esa estancia y a oscuras por el corredor, con la luna como testigo, vuelvo mi cuerpo y en el espejo me veo reflejado. Me maldigo porque aún no he muerto y ya no sé a que encomendarme.
Dios me tendió la mano para después tirar de mi cuerpo, ponerme el pie y arrojarme al suelo. Ahora noto su peso sobre mi nuca y su despiadado zarpazo ensañándose con mi mermado ánimo. ¡Qué quieres más de mí!. Llevo una vida adaptándome a tus juicios, a tu arbitrario criterio.
Ya dejaste mi mundo a medias, te la llevaste de mi lado cruelmente y me diste el consuelo de poder describir mi dolor. Tu generosidad no es infinita y solo me cabe pensar que estabas celoso de que usara ese don por y para ella, únicamente para ella.
Me siento demasiado cansado y lo único que deseo es el acabar de mis días, poder disfrutarla en la muerte como la disfruté en vida, A ella que siempre fue mi vida y ahora es mi muerte....

domingo, 24 de abril de 2011

Cuerpo de mujer.

Su cuerpo aún tiembla con los ecos producidos por las sensaciónes recién vivídas. Ahora no importa donde le conoció, ni donde le robó la razón, solo importa que su piel se estremece y su corazón se acelera con solo recordar sus caricias.
Se levanta de la cama sin despertarle y camina hacia el baño. Se mira en el espejo y contempla a una mujer satisfecha y llena. Las secuelas se dejarán notar varios días, tendrá que evitar los roces. Sonrie y,despacio, se sienta en el inodoro. Se contrae su cara al orinar por el escozor, pero a ella no le importa. Ha sido el mejor polvo de su vida.
Sale del baño desnuda, le contempla en la cama y se tiene envidia a si misma. Camina por el pasillo observando fotos de parientes del chico, se pregunta si todos ellos habrían sido tan "enormes" y se rie tapándose la boca.
Llega a la cocina y se sienta en una silla blanca, se contrae una mueca de dolor al hacerlo, y contempla el panorama. Todo en su sitio, todo ordenado y limpio,nada fuera de lugar y cada cosa en su sitio. Le da reparo ensuciarle un vaso para beber agua y lo hace directa del grifo. Sale de la cocina y siente algo.
Al ir a la cocina, le da la extraña sensación de que los retratos estaban en la pared de la izquierda y, ahora al salir, estan en la pared de la derecha. Hay una alfombra que no recuerda haber pisado antes y una luz diferente en la casa.
Llega a la habitación, donde él sigue durmiendo desnudo en la cama, y observa más retratos en la mesita. No recuerda haberlos vistos al llegar y se empieza a asustar. Busca su ropa y no la encuentra, busca la de él y tampoco esta.
¿Qué esta pasando?.
El dolor de su puvis se intensifica, le hace doblarse y caer al suelo, lo que en un principio era un dolor por la potencia de su amante, se transforma en insoportable desgarro. Le llama pero no le escucha, intenta luchar por ponerse en pie y, agarrándose a las sábanas, consigue subir a la cama. Tira del hombro de su amante y al girarse este, contempla el vacio en sus ojos y el desgarro en su cuello.
Escucha risas en el pasillo, dos,tres o cuatro personas, quizá cinco, y todos hombres. Las sombras entran en la habitación y la maniatan de pies y manos. No puede luchar, el dolor de su puvis le hace llorar, no puede pedir auxilio pues no tiene fuerzas y se maldice por su voraz apetito sexual, el mismo que le ha llevado a esa situación.
Se enciende un candelabro con diez velas y los rostros que contempla junto a su cuerpo, son los mismos que había en las fotos. El sudor le perla piel, las risas nerviosas de esos "hombres" intensifican su dolor y nerviosismo, no hacen nada, solo la miran.
Un grito del dolor más espantoso que haya tenido , sale de lo mas hondo de su ser, llenando la habitación de su aliento y sufrimiento. Los hombres callan y se apartan de ella, no porque esten asustados, sino por que una sexta sombra se acerca a la cama.Recorre su cuerpo con dos manos heladas y calma el dolor de su puvis.

-Enhorabuena señorita, ha sido niño.
-¿Un niño?-Dice con lágrimas en los ojos.
-Un precioso niño de casi cuatro kilos de peso.
-¿Puedo tenerlo en brazos?.
-De momento se lo pondré en el pecho, está usted muy débil para soportar ningun tipo de peso.
-¿Débil?.
-El niño nació hace dos días y a usted se le complicó el parto. Hubo que sedarla y operarla de urgencia, casi se desangra al nacer el niño, pues se quedó vacia.
-¿Vacía?.
-Hemos tenido que estirparle el útero.

sábado, 23 de abril de 2011

Carta de despedida.

Queridas víctimas:

Quisiera dedicaros estas palabras para que el rencor que me guardais sea mayor aún. No deseo pedir perdón, ni quiero ni necesito el perdón. Si he hecho lo que he hecho ha sido por motivación personal, no para justificar mi locura o mi criminal mente. Simplemente lo necesitaba.
El perdón es para miserables y pusilanimes y yo no soy débil. Jamás lo fuí. Si cada una de vosotras sufristeis tanto es por que lo merecíais, por que no escuchábais mis recomendaciones o, simplemente, por que no deberías tener lo que teníais. Estabais en una nube de vanagloria y el descenso que os proporcioné fue el mejor, aunque salvaje y sangriento, necesitábais un recordatorio de lo que somos en este mundo y de lo que hemos venido a hacer.
No voy a hacer apología de lo que he hecho, pero el espíritu envilecido de vuestra alma ha quedado limpio. Cada una de vosotras lleva la marca insigne y eterna de la limpieza proporcionada. Realizada a fuego y esculpida con el hierro en la piel más sensible, en los años venideros, agradeceréis llevar el símbolo de un dios que esta por llegar y que os evitará malos tragos.
Queridas víctimas, me despido de vosotras dejando en vuestros ojos el eco de estas palabras, esperando que en un futuro no muy lejano, el ansia de venganza que ahora me procesáis, se haya aplacado al veros recompensadas con lo que ahora os dejo.
Os digo adios con lágrimas en los ojos, sabiéndome odiado y repudiado, aunque jamás haya procesado esos sentimientos hacia nadie, el aumento de la ostilidad hacia mi persona es considerable, teniendo en cuenta que solo os he dado aquello que es mio sin ánimo de acritud.
El dolor es débil y la debilidad nos aparta del camino. Yo os he dejado en el camino, os he puesto en el rumbo y deberíais darme las gracias. Ahora solo miraréis hacia delante y, cuando lo hagáis hacia atrás, me veréis despidiéndome, pues yo me quedo en el camino.Nos veremos en el futuro, pero seguramente ya no sea yo y tampoco os influiré dolor.

Gracias por ser las víctimas perfectas,
de todo corazón



OS QUIERO.

miércoles, 20 de abril de 2011

Francotirador.

Tres semanas de preparar meticulosamente el trabajo, de estudiar hasta el más mínimo movimiento de su víctima, de preparar el lugar desde el que realizar el disparo.
Milimétricamente colocado el rifle, con su trípode perfectamente ubicado y su mirilla exactamente graduada. Guantes para no dejar huellas en la habitación que le han alquilado y que no ha usado nada más que para colocar el arma. Zapatos con suela de goma para no hacer ruido al andar y nada de comida en el cuarto.
No fuma, no bebe, pues pueden hacer que falle el disparo y solo puede haber uno. Espera junto al arma espectante, el teléfono móvil en silencio para no hacer ruido, esperando la llamada que confirme el blanco.
Nunca se ha dado el caso, pero a última hora se puede echar atrás el contratante. Para ese caso entrega un número de teléfono que luego destruye, aunque no llamen para anular el trabajo.
Observa por la ventana el movimiento de la calle, la gente en su rutinario ir y venir que él tambien conoce, pues en su estudio siempre pasean por el mismo sitio y a la misma hora, haciendo casi los mismos movimientos, dejando surcos imaginarios por los que siempre regresan.
El quiosquero recogiendo los periódicos no vendidos del día, la mujer de la panadería que le dice algo mientras baja el cierre de su tienda. La chica de la peluquería que se despide de los dos mientras se sube al coche de su novio.La pareja de novios paseando al perro de uno de ellos, abrazados y sonriendose.
La rutina de cada fin de tarde.
Los coches que comienzan a llegar y el restaurante que comienza a tener vida. El aparcacoches no tiene problema con los coches, es un conductor experto, y los deja en doble fila.
Hoy es un día especial para el restaurante, viene a cenar una gran personalidad de la política y todo parace haber sido montado como en hollywood, como si fuera la alfombra roja de los Oscar.
Su víctima esta dentro. La ha estudiado, sabe sus movimientos al milímetro y no puede fallar. No debe fallar.
Suena el móvil.
El asombro no le coge por sorpresa, mira el número y ve que es del contratista. "Se rajan", piensa.
-Si.-Contesta firmemente.
-Soy yo, hay cambio de planes.
-¿No disparamos?.
-SI, pero no a nuestro objetivo.
-¿Nuevo objetivo a última hora?, eso supone un incremento en el dinero pactado.
-Ningun problema. Ya lo tiene en un maletin donde dijo con el resto del dinero.
-De acuerdo,¿objetivo?.

Media hora después llega la limusina del personaje político y sale a recibirle el dueño del restaurante y su esposa.
Y dispara.
Antes de que la ambulancia llegué, el ya esta montado en su moto, con el casco puesto y a punto de salir.
Recorre la calle con la mirada en la dirección del disparo y la ve.
No puede ser, sabe que no ha fallado. Calló al suelo fulminada.
Paralizado siente una gélida mano sobre su mano. Levanta la vista y su corazón se para. Se rescrebaja y desangra por dentro, no soporta la intensidad de esa mirada y explota. Muriendo al instante.

"Muere asesinada la hija de siete años del propietario del Restaurante El cazuelo, por un disparo en la cabeza realizado desde una ventana por un francotirador. El cual fue hayado muerto junto a su motocicleta y un maletin con el arma que realizó el disparo.
El propietario del restaurante no quere hacer declaraciones, pero fuentes cercanas comentan que la niña fue victima de las infidelidades de su padre, descubiertas por uno de los maridos engañados que contrato al sicario. No se sabe aún como murió el francotirador."

jueves, 14 de abril de 2011

La quinta prostituta.

El día tocaba a su fin para el inspector Roberto Marín. Un día insulso, lento y sin posbilidad alguna de merecerse que se repitiera. Nada había ocurrido en el mundo para que tuviera el honor de ser mencionado en su informe diario, el mismo que debía presentar en diez minutos al jefe de la científica, ese gordo barbudo que le caía tan mal.
-¡¡MARIN!!, a mi despacho.
El jefe había salido de su madriguera para joderle el fin de semana, seguro. Con resignación en sus pasos y lamentos en sus suspiros, llegó al umbral de aquel cuchitril que era el despacho del jefe.
-Necesito que te ocupes de un caso.-Soltó de sopetón el gordo.
-¿Cual de ellos?.
-El de las prostitutas.
-¿Y el inspector Vazquez?..
-Muerto.
Un silencio colapsó la estancia y ahogó las voces de su cabeza.
-La carpeta está sobre la mesa de Sandra.
-Pero jefe....
-Nada de peros. Ponte con ello ahora mismo.
-De acuerdo, solo dígame como ha muerto Vazquez.
-Le dió un infarto en el cumpleaños de su hija mayor.
Y el silencio incómodo volvió a llenar la habitación.
Fue hasta la mesa de Sandra, la secretaria del jefe, y recogió la carpeta. Regresó a su mesa y desparramó todo lo que había en ella. Folios con anotaciones, informes a sucio, fotografías de los cuatro cuerpos, informes de los forenses, datos de la investigación y objetos personales de las mujeres muertas.
Distribuyó las fotografías sobre el enorme tablero de corcho, separando las fotos de cada una de las chicas. Una morena, otra rubia, la tercera castaña y la cuarta pelirroja, todas con el pelo largo, todas con un lunar en alguna parte de su cuerpo y un tatuje cerca del puvis.
Los informes decían que habían muerto asfixiadas en pleno éxtasis, en el momento más álgido del orgasmo femenino, causado por la interrupción brusca del sentimiento provocando la explosión nerviosa y la incapacidad para expulsar el aire de sus pulmones.
-Que putada, las cortaron el rollo en lo mejor.
No había signos de violencia, no habían sido atadas y no presentaban marcas que indugeran a pensar que habían sido forzadas. Las chicas eran prostitutas y habían sido halladas en su habitación del local donde trabajaban, nadie las echó de menos en un largo rato y nadie vió al agresor.
Se levantó para mirar las fotos detenidamente. Examinó todos y cada uno de los detalles que había marcado Vazquez en los lugares del crimen, los rostros retorcidos mezcla de éxtasis y agonía de las chicas, la posición de sus extremidades, de sus cabezas e, incluso, la abertura de sus piernas. El tío había usado preservativo las cuatro veces, no había dejado restos de semen sobre las chicas ni sobre las camas, pero en el roce con el cuerpo de las chicas tenía que haber restos de piel o pelo del sujeto, pero no se hayaron. El tipo había limpiado a las chicas antes de salir o era un portento físico.
Algo le llamó la atención de una de las fotografías y no era nada de lo observado hasta ese momento. La posición del cuerpo desvelaba el nombre del agresor, estaba seguro. Revisó en las fotos de las otras chicas y comprobó que todas parecían posar en idéntica situación. Rebuscó entre las anotaciones de Vazquez y encontró inconexas puntualizaciones que, estudiadas con la atención adecuada, lograban parecer un mensaje.
"Las muchachas fueron encontradas en las horas pares de días impares, intermediando entre los hallazgos dos ciclos lunares completos. Nadie vió a las muchachas subir a las habitaciones con nadie, pero todo el que pasaba por el pasillo escuchó los gritos de placer de las muchachas, solo de la muchachas. El asesino no las elige por su color de pelo, o por sus lunares o tatuajes, ni siquiera por el tono de sus ojos. Se rige indistintamente por su voracidad y potencia sexual, pues el informe forense indica que el miembro del agresor ronda los seis centímetros de grosor y los veintiocho de extensión, dada la amplitud vaginal de las víctimas. Es muy meticuloso y deja la escena del crimen límpia. No deja huellas. Es desconcertante, parece que sabe qué y donde vamos a buscar. Lo más curioso es que nadie ha visto u oido nada. Estoy bloqueado....."
Y así acaban las anotaciones de Vazquez.
-¿Dos ciclos lunares?, hoy es luna nueva. Hoy matará a la quinta.

Sin apenas pegar ojo se levantó por la mañana, fue al baño y meó. Sin casi abrir los párpados regresó a la cama y se tumbo cinco minutos. Su brazo izquierdo cayó sobre el cuerpo de su preciosa mujer, dormida plácidamente. Su larga melena rizada le enmarañaba la cara y le ocultaba sus inmensos ojos verdes, el lunar sobre su pecho izquierdo le excitaba siempre y el tatuaje de una mariposa sobre el inexistente bello púbico le sonrojaba solo con pensar en lamerlo.
Un flash pasó por su cabeza y le hizo incorporarse sobre la cama, todo pareció nublarse y aclararse a la vez. Temblando se puso de pie y caminó hacia la cabecera de la cama. Se giró lentamente y miró la postura de su mujer.

Cuando la policía científica llegó a la escena del crimen, encontró el cuerpo de una mujer muerta y en la misma posición que las cuatro prostitutas. A sus pies el cuerpo sin vida del inspector Marin, sobre su cabeza un agujero de bala que le atravesó la cabeza desde la boca a la nuca y sobre su pecho una nota. "Yo las maté, pero no sé porque. Mi mujer es la quinta puta que mato y no dejaré que pueda hacerlo con más."
En los cajones se encontró una caja fuerte cerrada con llave, dentro se encontraba el informe psicológico de un esquizofrénico con personalidad múltiple, propenso a la violencia, que había faltado a su tratamiento desde hacía cinco años. Cuando desapareció se llamaba Arturo Casin y pretendía ser inspector de policía.
-Parece ser que hemos resuelto dos casos a la vez.-Dijo el jefe.
-¿Perdón?.- Se sorprendió un agente.
-No me haga caso, continue con los suyo.

sábado, 9 de abril de 2011

Ecos.

Cuando el eco del silencio ensordece mi alma,
Cuando el sonido de tus palabras me hace callar,
Encuentro en los latidos de mi corazón la alegría,
Que me lleva al encuentro de tu imaginario paladar
Y desencadena el terremoto de mi cansada calma.

Desearía encontrarte en el país de los sueños,
Imaginó que caminamos bajo la sombra del amor,
Abrazando la brisa del viento que nos ampara,
Desfilando ante la pasarela del oculto ardor,
Mirando al horizonte de la pasión sin dueños.

Escribimos versos con la pluma de nuestro aliento,
Desnudamos el alma a golpe de cálidas miradas,
Desatamos el nudo que amarra nuestro sustento.

Bailamos al son de la música de las rosas,
Cantamos bajo el brillo de las felices estrellas,
Reímos bajo el embrujo de la luminosa luna,
Siendo tu la que mas reluce entre todas ellas,
Por que eres de las mariposas la mas hermosa.

Cuando luce el brillo de tu dulce sonrisa,
Cuando me habla el susurro de tu tierno perfume,
Desaparece en mi enmudecido latir la sombra,
De un desvanecido sabor que me consume,
Y alimenta el tacto de una poderosa brisa.

Relatamos cuentos con el verbo de nuestro amor,
Desabrigamos al alba el paciente corazón cansado,
Liberamos al prisionero que encerró nuestro temor.

Despierto inundado de tristes sollozos amargos,
Abro los ojos al cielo suplicando volverte a soñar,
Pidiendo a la luna venidera que te traiga mi encuentro,
Y en la noche de las mariposas volver a bailar,
Mendigando a las estrellas que cada paseo sea mas largo.

Despierto desbordado por suspiros de tristeza,
Abro los brazos pidiendo al perfume de las rosas,
Que me regrese el dulce aroma de tu fragancia ,
Y en la noche de los cuentos quitarme las esposas,
Para poder admirar de tus ojos la cálida belleza.

Esperaré a que la noche me cubra con su manto,
Para anhelar cada detalle de mi infatigable sueño,
Y poder imaginar en mi corazón todo tu encanto.



Podría pedirte que dejaras de ser un hermoso sueño,
Para dejar de imaginarte en el mundo de mi ilusión,
Sentirte en la realidad de cada latido de tu corazón,
Y llevarte de la mano al sendero del amor sin dueño.

Quisiera saborear las palabras de tus míticos labios,
Escuchar los susurros del viento mezclarse en tu pelo,
Tocar la suavidad de tu piel dando sombra al cielo.

Podría suplicarte que permitieras al guardián de tu luz,
Que abriera las puertas del calabozo de tu ansiedad,
Para liberarte de las cadenas que atan tu cansada soledad,
Y volaras al encuentro del enamorado cielo azul.

Pero mi alma atemorizaba por los vuelos de las sombras,
Acallada por las cantos de las sirenas del mar de tus ojos,
Acurrucada bajo la nube de tu resplandecida luz de luna,
Calla los sonidos de un amor cubierto de infinitos matojos,
Que vuela de pena ahuyentando los lloros cuando me nombras.

Quisiera sentir la noche envuelta en sábanas de estrellas,
Seducir la miel que nace de las colmenas de tus pasiones,
Acariciar la seda de tu piel que luce como la mas bella.

Pero mi pecho lamenta las cansadas noches de ausencia,
La inmortal sensación de eterna angustia olvidada de amor,
Y no puedo más que callar los latidos de mi firme corazón ,
Pensando en la imagen que alguna vez llenará mi existencia.

En el país de mis sueños se eleva la reina de las mariposas,
Alzando al viento el color de sus realzadas y bellas alas,
Mostrando el pesar en su rostro por haber sido vencida,
Por la diosa de la noche que jamás pudo crear la madre vida,
Y vuelve al vuelo exhibiendo su pesar por no ser tan hermosa.

Pero no puedo cazarla con la red de mis pensamientos,
Y se me escapa entre los dedos por que no puede ser cautiva,
Queriendo volar libre a pesar de sus eternos sentimientos.

Esperare a que la noche te lleve al encuentro de mis sueños,
Para cubrirte con la mantilla labrada a punto de mis versos,
Para perderte de nuevo en el sendero del amanecer inverso.

Miente la luna al cantar a mi enamorado corazón,
Al decirle que nunca perderé la noción de tu aroma,
Y el sabor de tu condenado brillo de bella dama.

Miente el sol al esparcir la luz con que me iluminas,
Al desplegar el brillo de la esmeralda de tu mirada,
Que alguna vez contagió de susurros mi desesperación,
Para llevarme al encuentro de mi hermosa alma soñada,
Para volver al desierto de tu ausencia cada mañana.

Me conformo con verte cada noche en mi sueño,
Con saber que en el mundo de las bellas mariposas,
La reina destronada envidia todo lo que te hace hermosa,
Siendo el siervo de los sonidos de tu corazón sin dueño.

Me conformo con la visión del vuelo de tu mirada,
Con tener la certeza de que tras la puerta de la ilusión,
Se eleva la emperatriz de los latidos de mi corazón,
Para despertar sabiendo que la luna sigue iluminada,
Y decirle al sol que en mi mundo brillas mas que nada.

Me conformo con los destellos de tu preciosa sonrisa,
Con el viento que se eleva con el volar de tu cabello,
Con la sombra de tu figura cubriendo la luz de mi ser,
Para sentir en mi presionado pecho la falta de resuello,
Y esperarte por los senderos de los sueños de mi querer.

Me conformo con saber que en el país de mis anhelos,
Caminamos unidos de las manos de nuestro eterno amor,
Aunque en la distancia de los paisajes de mi cansada ilusión,
Cruces las rutas de un enamorado corazón muerto sin vuelo,
Y castigues mi fastidiada existencia con palabras de ardor,
Que se esfuman en el aire mojando de lágrimas mi visión.

jueves, 7 de abril de 2011

Dame un segundo.

Después de caminar horas por aquel oscuro pasillo, con el frío calándole los huesos y la humedad aportando su cruel ayuda, estaba exhausta.
Las lágrimas no la dejaban ver, el sudor se mezclaba con el agua que le caía encima y enturbiaban sus pensamientos. Andaba a ciegas, tentando las paredes para encontrar una salida, un interruptor de la luz o alguna señal de encontrar el final de aquel angosto pasillo.
¿Como había llegado a él?, no lo sabia, solo recordaba las manos de su novio acariando su cuello y sus labios besando su boca. ¿Por qué estaba alli?, pregunta equivocada o respuesta imposible.
Solo sabía que caminaba y caminaba en pos de una salida que no terminaba de llegar, que lloraba desesperada por que nadie la escuchaba cuando gritaba, que se decía a si misma que esto era una pesadilla y en cada paso que daba, se encontraba con la misma respuesta. Estaba atrapada, sola y era real.
Se decidió a darse un descanso, se sento en el suelo plagado de charcos, miro al vacio oscuro que se tendía ante ella y lloró. Cuando pasados unos segundos se contuvo y relajó, quiso pensar friamente y recapituló para saber como había llegado allí. Una frase comenzó a resonar en su mente, primero como un susurro, luego como una plegaria y después como una orden dada a grito limpio."Dame un segundo".
Unos pasos comenzaron a llegar hasta donde estaba ella. Firmes y enérgicos se detuvieron al lado de la muchacha. Se sintió observada, suciamente observada. Una mano le rozó la mejilla izquierda y enseguida sintió el ardor de una quemadura en ella. "¿Quien eres?", preguntó a la invisible sombra,"¿qué quieres de mi?". No hubo respuesta inmediata, pero a medida que los pasos se alejaron de ella una voz llegó flotando a sus oídos,"dame un segundo". Y los pasos cesaron.
Asustada se levantó, miró enderredor para elegir un camino por el que huir en aquella oscuridad y corrió. Corrió tan rápido como pudo, golpeándose en las piernas con todo aquello que no veía y que se encontraba en su camino. Corrió en sentido contrario al recorrido de los pasos y de la sombra que la observaba. Corrió con rábia, sabiendo que no podría escapar de aquel infernal lugar, que en cualquier momento aparecerían de nuevo los pasos para detenerla y arrastrarla a donde fuera que quisieran llevarla. Corrió sin saber por donde iba, recibiendo golpes en la cara, en los brazos y en las piernas, corrió sabiendo que iba a morir, corrió hasta quedar sin aliento, con el corazón pugnando por salírsele del pecho y los pulmones a punto de reventar por la falta de oxígeno, corrió hasta quedar desfallecida y caer redonda al suelo, al frío y húmedo suelo.
Y los pasos regresaron.
No quiso luchar más, no quiso preguntar más, se dejó hacer y llevar.
Una mano llegó hasta su mejilla y la acarició.
Una voz le susurró al oído y el escalofrío que recorrió su cuerpo hizo que se desmayara.
Cuando abrió los ojos contempló, atónita, la mirada de su novio.
-¿Estas bien?, te desmayaste cuando te besé.
-Tranquilo, dame un segundo, creo que me asustaste. No esperaba que llegases por la espalda.