miércoles, 20 de abril de 2011

Francotirador.

Tres semanas de preparar meticulosamente el trabajo, de estudiar hasta el más mínimo movimiento de su víctima, de preparar el lugar desde el que realizar el disparo.
Milimétricamente colocado el rifle, con su trípode perfectamente ubicado y su mirilla exactamente graduada. Guantes para no dejar huellas en la habitación que le han alquilado y que no ha usado nada más que para colocar el arma. Zapatos con suela de goma para no hacer ruido al andar y nada de comida en el cuarto.
No fuma, no bebe, pues pueden hacer que falle el disparo y solo puede haber uno. Espera junto al arma espectante, el teléfono móvil en silencio para no hacer ruido, esperando la llamada que confirme el blanco.
Nunca se ha dado el caso, pero a última hora se puede echar atrás el contratante. Para ese caso entrega un número de teléfono que luego destruye, aunque no llamen para anular el trabajo.
Observa por la ventana el movimiento de la calle, la gente en su rutinario ir y venir que él tambien conoce, pues en su estudio siempre pasean por el mismo sitio y a la misma hora, haciendo casi los mismos movimientos, dejando surcos imaginarios por los que siempre regresan.
El quiosquero recogiendo los periódicos no vendidos del día, la mujer de la panadería que le dice algo mientras baja el cierre de su tienda. La chica de la peluquería que se despide de los dos mientras se sube al coche de su novio.La pareja de novios paseando al perro de uno de ellos, abrazados y sonriendose.
La rutina de cada fin de tarde.
Los coches que comienzan a llegar y el restaurante que comienza a tener vida. El aparcacoches no tiene problema con los coches, es un conductor experto, y los deja en doble fila.
Hoy es un día especial para el restaurante, viene a cenar una gran personalidad de la política y todo parace haber sido montado como en hollywood, como si fuera la alfombra roja de los Oscar.
Su víctima esta dentro. La ha estudiado, sabe sus movimientos al milímetro y no puede fallar. No debe fallar.
Suena el móvil.
El asombro no le coge por sorpresa, mira el número y ve que es del contratista. "Se rajan", piensa.
-Si.-Contesta firmemente.
-Soy yo, hay cambio de planes.
-¿No disparamos?.
-SI, pero no a nuestro objetivo.
-¿Nuevo objetivo a última hora?, eso supone un incremento en el dinero pactado.
-Ningun problema. Ya lo tiene en un maletin donde dijo con el resto del dinero.
-De acuerdo,¿objetivo?.

Media hora después llega la limusina del personaje político y sale a recibirle el dueño del restaurante y su esposa.
Y dispara.
Antes de que la ambulancia llegué, el ya esta montado en su moto, con el casco puesto y a punto de salir.
Recorre la calle con la mirada en la dirección del disparo y la ve.
No puede ser, sabe que no ha fallado. Calló al suelo fulminada.
Paralizado siente una gélida mano sobre su mano. Levanta la vista y su corazón se para. Se rescrebaja y desangra por dentro, no soporta la intensidad de esa mirada y explota. Muriendo al instante.

"Muere asesinada la hija de siete años del propietario del Restaurante El cazuelo, por un disparo en la cabeza realizado desde una ventana por un francotirador. El cual fue hayado muerto junto a su motocicleta y un maletin con el arma que realizó el disparo.
El propietario del restaurante no quere hacer declaraciones, pero fuentes cercanas comentan que la niña fue victima de las infidelidades de su padre, descubiertas por uno de los maridos engañados que contrato al sicario. No se sabe aún como murió el francotirador."

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